LA DINÁMICA EN EL AULA Y EL ROL DOCENTE
Desde mi llega al
cuarto primera del colegio nacional, la mayoría de los alumnos muestra respeto,
si bien las primeras miradas son de observación curiosa, inspección y
distancia, en la medida que pasan los días, algunos alumnos esbozan sonrisa,
otros siguen distantes y otros ya se acercan al escritorio a preguntar si soy
yo la docente que voy a seguir en la materia.
Lo positivo del tiempo
de observación, es la consideración de la profesora co-formadora, que permite
el espacio y el respeto de los alumnos desde el saludo de ingreso hasta la
salida de la clase, sumando también en la medida de las actividades mi opinión
y participación desde sus clases.
En la medida que
pasan los días de observación, las clases y la realización de actividades
docentes, se puede identificar en general un curso activo, dinámico y
participativo, con capacidad de dialogo e intervenciones productivas debido a
que dejan ver el conocimiento previo que poseen. Con respecto a las respuestas
de trabajo, de acuerdo a la planilla de calificación que la docente mi facilita
observar, se distingue que la mayoría de los alumnos entrega los trabajos
prácticos. Solo un grupo reducido (menos de 10 alumnos), mantiene baja
participación y entrega de las actividades.
Luego de la
calificación oral del cierre del trimestre, en la cual los alumnos manifestaron
desacuerdo y des conformismo, la docente ante la situación ante de iniciar mi
residencia le dio a los alumnos las nuevas pautas de trabajo y calificación
para poder aprobar la materia:
1. Los trabajos presentados fuera de termino son
desaprobados
2. Los criterios de calificación son orales y escritos
3. Las exigencias de las tareas a desarrollar van a requerir
compromiso y entrega
Por lo tanto el
inicio de mi residencia, con los nuevos criterios evidencia en los alumnos en
otra predisposición y postura de trabajo. Si bien se identifica como un grupo
de chicos responsables, se puede advertir que tienen potencial para el
desarrollo y la participación de metodologías abiertas y participativas de
debate, de trabajo gráfico. Los que hay que reforzar desde la apreciación de la
docente es la lectura, capacidad de síntesis y elaboración de cuadros, redes
conceptuales para dinamizar la enseñanza.
Con respecto a la
dinámica en el curso, la mayoría está atento y predispuesto a la participación
y atención de la clase, solo un pequeño grupo de alumnos del centro del aula, que
no participa y manifiesta un poco de desinterés de la clase. Hay un alumno que
muchas veces se recuesta en el banco, con si durmiera y otro alumno que esta
siempre con la capucha puesta, reclinado y cabizbajo. De los pocos días que
llevo de residencia, me llama la atención que al terminar la exposición del
tema y el dictado de las consignas, caen las lluvias de consultas, eso me anima
y me resulta agradable. Me llaman desde su bancos para hacerme preguntas, sobre
el tema, sobre si pintan los gráficos, sobre con deben responder la consigna.
El grupo de
alumnos de 4to primera, está conformado por 32 alumnos, de los cuales hay 14
varones y 18 mujeres, ubicados en tres filas de bancos a par. De acuerdo a los datos aportados por
la docente, no hay ningún alumno con observación de necesidades de aprendizaje
especial.
Desde mi
apreciación puedo decir que el grupo de clase es agradable, activo, responsable
y abierto al dialogo, por lo tanto la clase muestra participación y dinámica,
capacidad de interpretación y relación de conceptos en gran parte de los
alumnos. A partir de esto se debe reconsiderar a los alumnos que no participan
o que permanecen distantes de la clase, de manera de lograr hegemonía de
trabajo de catedra.
En lo que respeta
a las relaciones de vínculo, el grupo de alumnos muestra evidencia de formación
de grupales marcadas, no solo en la posición de los bancos, sino también en el
trato indiferente de ciertos compañeros y en el desarrollo de las actividades
de trabajo. Si bien hasta estos días no veo mal trato, peleas o discusiones
notables que puedan perturbar o generar inconvenientes en el desarrollo de la
clase, si existen diferencias subgrupales.
Desde mi lugar de
docente residente, el aula me resulta un ambiente agradable generado no solo
por los alumnos, sino también por la docente que mientras he realizado mis
primeras intervenciones, escucha, observa los alumnos, sin interrupciones, ni
interferencias que puedan ponerme incomoda, ni nerviosa. Es muy lindo saber que
desde temor, la duda, incomodidad y la angustia de los primeros días, las
sensaciones van cambiando en positivo para dar sentido a la vivencia
residencial.
Aunque los
nervios, las dudas y la mezcla de sensaciones siguen presentes, antes y durante
la intervención, llevar adelante la residencia me motiva día a día a mejorar,
evaluar mis acciones, repensar las planificaciones mediante propuestas
didácticas que motiven a los alumnos. Es salir de clases y analizar, repensar, evaluar
el desarrollo y la dinámica, para que la
siguiente clase sea mejor. Corregir con entusiasmo los primeros trabajos
prácticos y determinar la calificación de acuerdo a los objetivos y los criterios
de evaluación es para mí una alegría y satisfacción que motivan y dinamizan mis
experiencias de residencia con las que debo continuar desarrollando y
aprendiendo del aprendizaje.